En los últimos meses he dejado la Torre algo abandonada. Por eso les pido disculpas. Pero en mi defensa he estado treméndamente ocupado con una gran multitud de ocupaciones, actividades y responsabilidades, y lamentablemente mis blogs no quedaron entre las prioridades más altas.
De cualquier forma, y para compensar un poco, les comparto una pequeña retrospectiva del proceso que ha "sufrido" Alebrijez para llegar a su estado actual de desarrollo. Parte de la historia probablemente ya la conocen, pero no está de más dar un repaso para contextualizar. Como siempre, se aceptan dudas, comentarios, críticas, peticiones y donativos voluntarios. (Bueno, eso último supongo que no. No tengo jarra de propinas de PayPal ni nada parecido... aún. ¡Muajajajaja!)
En fin... Bueno. A lo que vamos.
Primera Parte: Concepción del Concepto
Hace varios años ya, hubo en mi ciudad una gran exhibición de alebrijes de tamaño colosal en una de las avenidas más importantes del Distrito Federal.
Esta exótica y muy mexicana artesanía me ha llamado mucho la atención desde niño, por su naturaleza mitad caricatura y mitad monstruosidad. De diseño barroco, colorido y sobrecargado, los alebrijes resultan sumamente llamativos e interesantes. Así, pues, disfruté paseando por la avenida y viendo esas fascinantes y extrañas creaciones.
Más o menos a mitad del recorrido vi uno que me llamó particularmente la atención. Éste:
Y la idea automáticamente cuajó en mi mente. "¿Qué pasaría si en realidad el Quijote no estaba loco, sino que en realidad veía algo que los demás no?"
¡Bam! La semilla de una gran idea.
(Para los que no lo sepan, todo el tema de la Locura ha sido uno de los que más me han apasionado desde hace bastantes años, y tengo mis opiniones muy personales y particulares al respecto.)
A partir de ese momento, como suele ser mi costumbre, automáticamente empecé a pensar en cómo lo podría convertir en un interesante (y divertido) Juego de Rol. Y, por supuesto, pasé el resto de la exhibición pensando en cómo traduciría todo lo que veía a historias y mecánicas. El hecho de que sean quimeras se presta muy bien para que las diferentes partes de animales y criaturas fantásticas te den diferentes bonificadores, habilidades y cosas así. Y me resultó divertido pensar en las divertidas estrategias de buscar las combinaciones de bichos más interesantes o provechosas.
Y entonces vi ésto:
"¡Por supuesto! Los alebrijes son espíritus, pero no sólo de personas y animales. También son plantas, lugares y hasta objetos inanimados. ¿Tu automovil se descompone muy seguido? ¿A veces pareciera tener voluntad propia y actuar más a capricho que según la lógica? Es que en realidad es un alebrije malhumorado o enfermizo..."
Me gustó el concepto. Ahora necesitaba volverlo juego. Y barajeé varias posibilidades, pero no pasó a mayores. Y digamos que lo dejé archivado en el cajón de "proyectos por hacer", confiado de que ya le llegaría su momento cuando yo estuviera listo.
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