martes, 16 de febrero de 2010

[AntiDogma] Rolero de Hierro 2010

Los Dioses ya no existen. Nosotros los matamos.

AntiDogma es el nuevo proyecto en el que estoy trabajando, y será mi participación en el Rolero de Hierro de este año.

La regla era elegir 3 de los ingredientes disponibles. Mi justificación de aquellos que elegí es la siguiente:

Tolkien lo jugaría porque es un juego donde unos cuantos individuos excepcionales son el desencadenante de grandes cambios que repercuten con la historia, la geografía y la cultura de naciones enteras. Y donde los tiempos antiguos eran mejores que los actuales, y el mundo está hundido en la decadencia, la corrupción y el fanatismo.

Nietzsche lo jugaría porque los personajes serán superhombres, cuya función es sustituir al misticismo de las religiones como la razón de ser y la búsqueda de la perfección de la humanidad. Los Dioses han muerto, porque ya no son más necesarios para la humanidad.

Rasputin lo jugaría porque es un juego donde la manipulación y el engaño son el pan de cada día. Donde uno debe aprender a jugar las reglas del juego para poder volverlas en su contra. Donde la esperanza y bienestar de la mayoría tiene como costo el cinismo y la hipocresía de unos cuantos.

La premisa es sencilla. El mundo está en crisis, cayéndose a pedazos. Los Dioses están muriendo. Y la única manera de salvar el mundo es destruyendo la Religión.

La humanidad se estancó en su fanatismo, sus dogmas corruptos, su falta de tolerancia y curiosidad; y en este mundo la estabilidad de la realidad depende del bienestar colectivo de la mayoría. Los Dioses descubrieron demasiado tarde que sus creaciones eran demasiado imperfectas, e incapaces de entender el verdadero significado de aquellas creencias que les habían inculcado, e irremediablemente acabaron por malinterpretar y corromper todos aquellos ideales y valores.

La única manera de evitar el colapso mundial es crear una siguiente evolución del hombre: el superhombre (el übermensch de Nietzsche). Un ser capaz de comprender mucho mejor la verdad del mundo físico, metafísico y espiritual. Y entonces los Dioses les dieron una misión. Estos superhombres deben destruir la Religión, para permitir que la humanidad salga de su estancamiento y comience a progresar hacia una existencia mucho más perfecta, alcanzando así el siguiente paso de su evolución (representado por los mismos superhombres).



Básicamente los personajes son esos superhombres, creados por los Dioses para cambiar el mundo y permitirle pasar a una siguiente edad.

Cada uno tiene como misión divina el destruir las religiones, y lograr que la gente deje de creer en los mismos Dioses que sirven. Deben utilizar sus poderes, conocimientos y habilidades para salvar a los demás, sacrificando una parte de sí mismos en el proceso. Y lidiar con una existencia épica, fría y distante, sin poder llegar nunca a relacionarse con esa humanidad a la que intentan salvar.

En términos generales la cuestión principal no se centra tanto en la ética o lo moral. Mi premisa va más alrededor de la subjetividad de los dogmas. La manera en que pueden ser fácilmente manipulados y reinterpretados como mejor le convenga a uno. Y por tanto son tan falibles como los mismos humanos. Entonces, ¿el fin justifica los medios? No se trata de saber qué está bien o mal, porque es demasiado relativo. Se trata de saber qué es lo que traerá los mayores beneficios a largo plazo.

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