Y el día de hoy, mis queridos educandos, comenzaremos con la primera parte de la que será acerca de una importante lección a ser tomada en cuenta por todo aquel que aspire a convertirse en un buen narrador de cualquier especie.
Algo básico y de vital importancia para todo principiante con interés por mejorar y salirse de la mediocridad. Y para aquellos que hayan estudiado lo suficiente este preciado arte, ya sabrán de sobra la importancia de este tema, pero nunca está de más un buen repaso.
¿Y en qué consiste, pues, la importancia de los Clichés, Estereotipos y Arquetipos? ¿Acaso no son algo que todo escritor que se respete debe evitar como la plaga? Mmm... No exactamente. El secreto es entenderlos y aprender cómo sacarles provecho. Y es que, como dicta aquella regla clásica, "hay que saber las reglas para poder romperlas".
Bien, pues empecemos con el primero de los tres:
Cliché
Término derivado del francés. Se refiere a una frase, expresión, acción o idea que ha sido usada en exceso, hasta el punto en que pierde la fuerza o novedad pretendida, especialmente si en un principio fue considerada notoriamente poderosa o innovadora.
Todos hemos visto cientos de clichés en todos lados. Cosas que en su momento fueron impactantes, interesantes, auténticas... Pero el tiempo pasó, y fueron copiadas, adaptadas y parodiadas en exceso.
Algunas veces de mala fé, por pereza o creyendo erróneamente que los clichés son lo que hace trascender a una obra. Pero la mayoría de las veces simplemente se trata de personas que vieron algo que les causó interés, los impactó o les pareció novedoso y diferente. Entonces, como un "tributo", lo intentan duplicar.
El problema es que los clichés se quedan en una interpretación superficial. No es el cliché lo que provocó el efecto. Fue la novedad, el contexto, la justificación.
Algunos ejemplos muy conocidos (y evitarlos es de lo más recomendable):
>> El síndrome "¡Yo soy tu padre!"
Si, ok. Dramático. ¡Nadie se lo hubiera imaginado! Pero ¿de cuándo acá cada villano y antagonista tiene que ser el padre, madre, abuelo, hermano (doble de puntos si es gemelo), cuñado-del-tío-del-amigo-del-hermano-mayor-del-tatarabuelo-del-lado-materno del protagonista?
>> El Complejo del Elegido
Curioso. Mundos totalmente poblados de poderosos seres, sabios hechiceros, influyentes reyes, veteranos generales... Y sin embargo "el destino del mundo" casualmente recae en las manos de una sola persona. Y, para empeorar las cosas, esa persona suele ser un don nadie sin poderes ni habilidades especiales (que al menos se intenta justificar que esos los obtiene a lo largo de la historia...). Por si fuera poco, todos los demás están convencidos de que pueden en contra de los Dioses/Profecías/Destino... quien quiera que haya asignado el bienestar del universo al personaje principal; y claro, todos fallan y acaban muertos, o peor. ¡¡¡Atención!!! Dos errores no suman un acierto. Por más tentador que sea, no intentes justificar que el Elegido sea la persona adecuada para salvar el universo porque él es el hijo/hermano/sobrino del villano principal.
>> La Teoría de la Extinción de las Especies
¡Oh, no! Eres el último sobreviviente de tu especie/pueblo/clan/civilización/planeta... Mmm... Si, quizá en teoría suena dramático, poderoso y épico. En la práctica es algo que ya hemos oído tantas veces que una más provoca el efecto de que uno no pueda evitar poner los ojos en blanco, suspirar y preguntarse qué tan ineficientes son los villanos que dejan un solo sobreviviente que pueda vengar a todos los suyos muchos años después...
>> El complejo "¡No soy Gandalf!"
Bastante claro, ¿no? ¿Cuántos magos viejos, sabios, poderosos, con una graaaan y blanca barba, un sombrero cónico del color de moda y un nudoso bastón de madera conoces? ¿Y cuántos de ellos son realmente famosos, conocidos e importantes? Oh, vaya... Sorprendente número, ¿verdad? ¿Y qué te hace estar tan seguro que el tuyo será uno más de los "elegidos"? ¿Estás seguro? (Ah, y darle una poderosa espada no es la solución.)
Consejos de uso
Mmm... Si los clichés son tan malos como parece, ¿qué uso les puede encontrar uno?
Pues en sí es muy fácil. Los clichés son terriblemente predecibles, ¿no? ¿Y acaso no es de lo más divertido que un autor manipule... eh... quiero decir sorprenda a su audiencia de manera que no sepa qué sucederá después? Así es. Haz que crean que saben qué sucederá después. Y entonces dale una vuelta de tuerca a la situación. Yo le llamo a este pequeño truco "twist that cliché".
Dale una gran y estorboza armadura al mago. Determina que la princesa no fue secuestrada, sino que huyó de su opresivo padre voluntariamente con su amigo el dragón. Haz que el viejo y "sabio" mago o escolar no conozca la respuesta al acertijo (o les dé una respuesta incorrecta). Mejor aún, haz que quien conozca la respuesta sea el común y poco llamativo tabernero del pueblo. Profetiza que el Elegido que salvará al universo no sea tu protagonista (puntos extra si ni siquiera está en el grupo del personaje principal).
Claro, hay que usar este recurso con moderación. Por alguna razón cada vez menos gente asume automáticamente que el guerrero grande y musculoso es un cabezahueca sin más sentido común que un saltamontes...
Bien, pues aquí lo dejaré por esta vez. La siguiente ocasión hablaremos del siguiente recurso de creación de historias, mundos y personajes: los Estereotipos. Y para aminorar la espera, ¿por qué no me comentan acerca de sus clichés favoritos/más odiados? Y de una vez pueden ir intentando pensar cómo se pueden "torcer" para volverlos lo suficientemente interesantes.
To be continued...
1 comentario:
Saludos desde la noche eterna...
Excelente artículo, muchas cosas ciertas por todos lados.
Haz hecho un buen analisis de estos elementos en los cuales es facil caer en cualquier elemento creativo y aun más si eres "primeriso" en esto de contar/escribir historias.
Menos mal nos has puesto alerta.
Sigue asi compañero.
Publicar un comentario