martes, 2 de noviembre de 2010

Pasa hasta en las mejores familias...

     Estimado Juanito:

Lo último sonó muy hipotético y como tal, un argumento muy difícil de ser rebatido. Lo consideraré, pues, un argumento tramposo. Espero, eso sí, que los años no nublen mi capacidad de apreciar las mejoras que, sin lugar a dudas, sufrirá este nuestro divertimento.

Sin embargo, siento que usted ha malentendido el objetivo de este tema y buena parte de la discusión. No puedo hablar por mis colegas, pero no creo que haya sido la intención de nadie menospreciar los esfuerzos de las pasadas generaciones de diseñadores en ofrecer las experiencias que consideraban más gratificantes, intentando modelar herramientas para que, bien empleadas, permitieran al resto de jugadores disfrutar de los juegos de rol tal como ellos los concebían. La intención ha sido siempre la de analizar la capacidad de dichas herramientas de asegurar el tipo de experiencia prometida, de manera de encontrar sus posibles fallos y desarrollar a partir de ellas nuevas herramientas aun más eficientes.

Le comento que La Llamada de Cthulhu fue, durante cierto tiempo (quizás varios meses) uno de mis juegos favoritos, sino es que abiertamente mi favorito. Una agradable lectura sin lugar a dudas, llena de misterios e intriga. Sin embargo, fue decepcionante ver cómo toda esa expectativa se caía a pedazos cuando intentara llevarla a la mesa de juego, lo cual me movió a buscar herramientas más adecuadas para el tipo de experiencia en la que estaba interesado, lo cual me terminó trayendo, finalmente, a Gumshoe.

Sus criticas, hasta el momento, no han intentado rebatir de manera significativa el argumento de que Gumshoe sea un instrumento más adecuado para el tipo de juego que se intuye al leer un relato de Lovecraft, sino simplemente señalar que, dada su fecha de publicación, sería absurdo esperar que contase con las herramientas y medios de los que dispone un juego moderno, lo cual hace toda comparación no sólo injusta sino del todo inapropiada. Desde ese punto de vista, tan alejado del tema de discusión, no puedo sino estar de acuerdo, más, como bien he señalado antes, no remite al problema sino que simplemente lo elude ingeniosamente. No le pedimos al sistema de La Llamada que sea tan efectivo como, en este caso, pueda serlo Gumshoe (tal exigencia sería absurda) sino que nos limitamos a observar cómo, debido a su antigüedad, falla en ofrecer ciertas garantías que se consideran indispensables en un juego de investigación, y cómo el nuevo juego parece ofrecer soluciones practicas a dichas carencias.

Esperando que le haya quedado más claro, le saluda afectuosamente,

     Pedrito

Los nombres de los involucrados han sido alterados para proteger a los afectados.

Esta sí que es una manera elegante, educada y coherente de re-trolear un troleo. Ojalá todas las discusiones por internet tuvieran este tono amigable, tranquilo y poco agresivo.

A veces siento que a la gente le interesa discutir sólo porque sí. Guerras de egos en su estado más puro, pues. Y yo sigo sin ver qué función cumple exactamente...

Digo, hay conversaciones donde los ánimos se calientan. Eso es natural. Y no siempre estaremos de acuerdo en todo. Eso permite interesantes intercambios, donde se aclaran posturas, se explican ideas y (muy de vez en cuando) la(s) persona(s) incolucrada(s) llega a considerar otros puntos de vista y quizá (*gasp*) cambiar un poco su perspectiva de las cosas.

Y hay otras donde todo se reduce a la respuesta de la respuesta a la respuesta de la airada respuesta al comentario que fue interpretado como un ataque personal por alguien que se puso el saco ante el "inocuo" comentario de algún troll.

Disclaimer: Mi blog, mi casa... todo eso, ya saben. Y una disculpa a los que no tienen la menor idea de lo que estamos hablando acá.

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