jueves, 30 de julio de 2009

[Deux Ex Mechanica] Combate cinemático

Hagamos un pequeño experimento. Escribiré un par de escenas, tal como imaginaría el tipo de ficción creada en una sesión de juego cualquiera. Es decir, algo así sería lo que me gustaría ver en una sesión de Deux.

No mencionaré ningún tipo de mecánicas, reglas, recursos ni autoridades narrativas. Esas aún no las sabemos. Sólo imaginen qué tipo de sistema serviría para jugar algo así (y que facilitaría que fuera algo divertido e interesante para todos).

La tripulación del Leviathan baja del automovil en un oscuro callejón.

Tyr (capitán de la nave, líder del grupo): Orion, ¿estás seguro que es aquí? No es más que un callejón sin salida.

Orion (navegador y piloto de la nave): ¿Cuándo le he quedado mal, jefe? Mis datos son fiables. Sólo es necesario hacer esto.

[Orion se acerca a una pared oscura. El grupo se da cuenta que hay una gran puerta metálica disimulada en la pared. Orion toca un par de veces la puerta con el mango de su pistola. El eco de metal contra metal retumba en el oscuro callejón, y todos se mueven inquietos. Tempus (mecánico principal y uno de los "tipos fuertes" del grupo) vigila con aprehensión la entrada del callejón, mientras acaricia cariñosamente la capota del auto negro. Los instantes pasan, y unos cuantos comentarios graciosos de Spark (principal programador y comediante del grupo) intentan aliviar la tensión. Justo cuando Orion está por aceptar su error, la puerta se abre estrepitosamente.]

Portero (una pila de músculos): ¿Qué demonios quieren?

Katana (principal diplomata, y encargada de los sistemas de comunicación de la nave): Requerimos entrevistarnos con Michellus. Nos envía el Adversario. Le traemos una propuesta que seguramente le parecerá interesante.

[El portero duda un poco y observa detenidamente a cada miembro del grupo. Katana coquetea sutilmente con él, regalándole la más inocente y dulce de sus sonrisas. Finalmente el gorila asiente y se hace a un lado para que pasen.]
Spark: De verdad, chica, tienes que enseñarme a hacer eso algún día. [Tempus le da un codazo al chico.]

Katana: No creo que unas cuantas sonrisas te saquen de la mitad de los problemas en los que te metes tú mismo.

[Un tipo de lentes oscuros y traje negro, con aire de mafioso, los escolta a través de un laberinto de pasillos. En el camino el sonido de música estridente se va acercando cada vez más. Finalmente entran a una amplia habitación con un gran ventanal que da a lo que parece un club de baile clandestino. Dándo la espalda a los recién llegados (y asomándose por el ventanal para ver a la gente) se encuentra un hombre de cabello blanco púlcramente vestido. Tiene un aire de don de mando y un aura de crueldad casi tangible.]

Michellus: Bienvenidos, pequeños amigos. Me han dicho que vienen de parte del Adversario. ¿Qué es aquello que los trae a mis dominios, que es tan importante que están dispuestos a meterse a la boca del lobo?

[El hombre se da la vuelta, para observarlos con sus ojos completamente rojos, sin irises ni pupilas. Sus hombres sacan armas y las apuntan en contra del grupo. Hay dos hombres al lado de Michellus, tres que estaban sentados en un amplio sillón a un lado, dos al lado de la puerta y el hombre que los escoltó, que está del otro extremo de la habitación.]

Tempus: ¿Qué es esto? ¿Una trampa, maldito bastardo? [Hace el intento de sacar su arma. Los guardaespaldas del mafioso amartillan las suyas.]

Tyr: ¡Tempus, basta! Venimos en son de paz. No buscamos problemas. Venimos a ofrecer información acerca de las alianzas entre El Sistema y los Sonámbulos, y a cambio sólo pedimos un salvoconducto para nuestro grupo a través de tus canales secretos de transporte.

Michellus: Pues lamento decirte que han venido en vano. Mis espías me han mantenido al día acerca de esa información que ofreces, así que no me interesa en lo más mínimo ayudar a su tonta causa. Se lo advertí al Adversario. La próxima vez que viera a algunos de sus hombres en mis dominios, no vivirían para contarlo, tregua o no tregua. ¡Elimínenlos!

[Tempus suelta unas cuantas palabrotas, mientras Spark se concentra. Discretamente suelta una pequeña caja que sostenía en una mano, que al contacto con el suelo explota en una gran nube de opaco humo. Los guardaespaldas disparan a ciegas contra la nube, pero no hieren a nadie. Tempus carga contra el par de enemigos más cercanos, mientras saca su par de revólveres y les dispara a quemarropa mientras sale de la nube de humo. Katana salta con gracia para caer sobre otro de los enemigos blandiendo su arma homónima favorita. Spark se concentra y logra mover un par de sillones a la distancia, que hacen tropezar a dos enemigos que no esperaban un ataque desde atrás. Tyr simplemente apoyó una rodilla en el suelo y dispara con gran presición con un par de pistolas a cada lado. Un par de guardias caen muertos. Michellus presiona un botón en su escritorio, y suena una alarma. Las luces del club se encienden, y se puede escuchar el pánico de la gente.

Repuestos de la sorpresa, los enemigos comienzan el contraataque. Tempus empuja a sus dos enemigos contra la pared, mientras ellos le disparan a él, también a quemarropa. Gracias a la inercia de la carga del hombre su puntería no es muy buena y no dañan nada vital. En un fluído movimiento Katana esquiva las balas del hombre al que enfrenta, y finalmente lo decapita con su espada. Spark toca el suelo con una de sus manos, y los clavos de la duela salen disparados contra los hombres que (sin incorporarse tras ser tirados por el sillón) le disparan sin demasiado éxito. Los clavos atinan a uno de los hombres entre los ojos, y cae muerto. Al mismo tiempo, Orion aparece "como de la nada" detrás del sobreviviente, y con un rápido movimiento le corta la garganta. Tyr rueda por el suelo, mientras esquiva las balas de una ametralladora que ha sacado uno más de los enemigos. Michellus sencillamente se dirige a otro lado de la habitación y se sirve una copa de licor.

Tempus toma las manos armadas de sus enemigos e intenta desarmarlos, pero uno logra escabullirse. Katana salta y apoyándose en una pared, rebota para tomar impulso y atravesar rápidamente toda la habitación. Spark se concentra para que el humo restante termine de dispersarse, mientras saca su arma y observa aprehensivamente una herida superficial que recibió. Orion verifica que los hombres que enfrentaron estén muertos. Tyr dispara contra el hombre que Tempus no pudo desarmar, mientras éste se está haciendo para atrás para tener espacio y disparar al mecánico. Michellus toma un sorbo de su licor, mientras observa al grupo apreciativamente. Abajo aún se escucha el pánico de la gente, aunque cada vez es menor, conforme abandonan el lugar.

Tempus suelta sus armas y comienza a apalear a golpes al enemigo, que sólo intenta protegerse del severo uno-dos del gigante. Katana ha atravesado el cuarto, y de un tajo corta en dos la ametralladora del hombre que antes disparaba a Tyr, mientras él intentaba disparar contra ella. Spark maldice, mientras toca sus heridas para curarlas, y observa que las ropas de Tempus están empapadas en sangre. Orion saca una pistola y guarda su cuchillo, mientras observa la situación. Tyr se incorpora y comienza a caminar hacia el escritorio donde está sentado Michellus, apuntándolo con ambas armas.

Tempus recibe una patada, y contraataca con un uppercut que lo noquea. Katana blande una vez más su espada contra el hombre desarmado, y cae muerto. Spark desempolva su ropa, mientras se incorpora del suelo. Orion imita a Tyr y avanza hacia Michellus, apuntandole con su arma. Sólo el sólido escritorio se encuentra Tyr y Michellus, y ambos hombres se observan, el primero con un rostro frío e inquisitivo, y el segundo con una burlona sonrisa de sarcasmo y diversión.]

Tyr: Esto ha roto la tregua. El Adversario no admitirá este tipo de traiciones. En cuanto le reportemos la manera en que hemos sido tratados...

Michellus: Para eso primero necesitarán haber sobrevivido, lo cuál dudo mucho.
[Todo el grupo se ha acercado para acorralar al hombre, y todos le apuntan con sus armas, excepto Spark, que está intentando curar las heridas de bala de Tempus.
Repentinamente comienzan a escuchar pasos en el pasillo, que ahora se encuentra en total silencio. Todos excepto Tyr (que no quita sus ojos de Michellus) voltean a ver la puerta aprehensivamente.]

Spark: Oh, mierda.

Katana: ¡Dios mío! ¡Un agente grado Seraphim!

[En la puerta ha aparecido un hombre de gran estatura, cabello negro largo, usando lentes oscuros, vestido con un traje completamente blanco y una amplia gabardina del mismo color. Camina sin prisa y su rostro apenas muestra expresión alguna. Incluso Tyr lo observa con preocupación por unos momentos. Justo en ese instante escuchan el ruido de vidrios a sus espaldas, y voltean para ver que Michellus ha atravesado el ventanal para caer en el vacío salón. Con una sarcástica sonrisa en la boca, escapa hacia la calle por las puertas abiertas del club.]

Spark: Oh, mierda. Estamos taaaan muertos...

Tempus: Esto fue una trampa desde el principio. ¿Qué haremos ahora?


Ahora, con base en este tipo de ficción, ¿qué tipo de reglas se podrían diseñar? ¿Qué dados se tirarían (si acaso se tiraran)? ¿En qué momento? ¿Por qué? ¿Quién decide qué? ¿Quién narra qué? ¿Qué lo haría especialmente divertido? ¿Y especialmente intenso? ¿De qué manera la narración deja de ser mero color y se entre-mezcla con el sistema?

O en otras palabras, lograr que todo esto realmente importe, y la ficción no sobre. Este es el juego de rol que quiero diseñar.

miércoles, 22 de julio de 2009

Convención de Rol (parte II)

Razones personales me han evitado seguir ahondando en el tema como yo quisiera, pero (como todos los proyectos que me interesan) estoy lejos de dejaresto abandonado.

Ya la vez pasada les hablé de qué me gustaría de una Convención de Rol en la Ciudad de México. Bien, pues en esta ocasión les hablaré de qué papel me gustaría tomar en la organización y por qué.

Como ya decía, sería agradable y cómodo disfrutar de una convención de ese tipo sin tener que levantar un dedo (más que para asistir al lugar donde se lleve a cabo). Sin embargo, si sólo me quejo y no hago nada, la cosa seguirá exactamente igual. Y como pareciera que todo mundo piensa igual, pues nos quedamos en las mismas y no hay convenciones.

Pues bien. Mi primer y principal objetivo es QUE SE HAGAN LAS COSAS. Así es. No me interesa demostrar que puedo más que cualquier otro, ni poder jactarme de ser el Rolero Alfa de mi zona, ni que me soben el ego diciéndome lo maravilloso que soy, ni tengo la idealizada meta de "unir a absolutamente todos los roleros de mi ciudad en un mismo grupo, bajo una misma bandera y lograr que todos se tomen fraternalmente de las manos y sean felices y coman perdices".

No. La fama y la fortuna vendrán después. Y, fuera de broma, realmente no me interesa demasiado el "status" o fama que me pueda traer, y mis pretenciones económicas son más bien realistas y prácticas: no creo volverme millonario con esto (y ni siquiera volverlo mi principal fuente de ingresos), pero sí considero importante obtener una cierta remuneración por el tiempo y el esfuerzo invertidos. Vamos, que mi tiempo cuesta. Soy un profesionista ocupado, y esas mismas horas bien las podía pasar diseñando páginas web o lo que sea (y me lo estarían pagando). Hacer las cosas "por amor al arte" es chido y noble, pero no paga las cuentas. Y por más apasionado que sea uno, la vida acaba por comerte (y el ímpetu inicial acaba por perderse en el camino).

Y lo mismo va para los demás colaboradores que hubiera. Que aquellos que se involucren con la organización reciban una tangible recompensa por su tiempo y esfuerzo. Igual, no deben esperar ganar todo el dinero del mundo, pero que sí valga la pena dedicarle muchas horas y energía.

Precisamente con esto pasamos al siguiente punto. Seamos realistas; por más influyente, capaz e inteligente que sea uno, algo así no se puede lograr en solitario. Se necesita de un buen equipo de trabajo.

Ahora, mi tirada no va del lado de volverme ese "líder absoluto con poder tiránico sobre sus subordinados", que lo decide todo, los manda a todos y todo se acaba haciendo como y cuando él quiere. Volvemos a lo mismo. Mi principal objetivo es que se hagan las cosas.

¿Qué propongo entonces? Un esquema de liderazgo feudal. Que una persona (en este caso yo) sirva de "Rey", supervisando, delegando y organizando, y tenga a su mando a un puñado de "Señores Feudales", con avanzado poder de desición y bastante automonía dentro de su campo de acción (o su Departamento, por verlo en términos "empresariales").

La idea es que cada "Feudo" represente esos aspectos que es necesario planear, organizar, ejecutar y supervisar. Desde Relaciones Públicas, pasando por Publicidad, Logística del evento, trato con posibles Promotores, Distribuidores, Proveedores y demás. Cada uno enfocándose en lo suyo, en su especialidad.

El Rey sirve más como punto de contacto y supervisión general, por lo que cada Feudal requiere de cierto grado de iniciativa y capacidad de solucionar problemas. Vamos, que yo como líder no te diré qué hacer. Ese es tu trabajo. En dado caso mi tarea será supervisar que todos los esfuerzos se dirijan a los mismos objetivos y no haya empeños reiterativos. Que lo que haces contribuya al todo, a que se hagan las cosas. Tener esa "vista de pájaro". (Y cabe hacer notar que el poder de ese Rey no es, necesariamente, eterno. Con toda facilidad se puede transferir o interbambiar con otra persona que así lo desee.)

Y llegamos a otro punto importante. Lo que importa son los resultados, no cómo llegas a ellos. No se trata de hacer las cosas "a mí manera". Ni siquiera a la tuya. No se trata de hacerlo "de tal o cuál manera, porque así es mejor". Se trata de que las cosas se hagan. Bien o mal, por el camino fácil o el difícil, usando atajos o sorteando problemas, por nosotros mismos o pidiendo ayuda, usando influencias o por méritos propios. Al final eso no importa. Lo que importa es el resultado final. En este caso que haya una Convención de Rol en la Ciudad de México.

Y ya que llegamos a este punto, otro día les hablaré de cuál es el proceso que me parece más adecuado para comenzar esta larga y dura tarea. Para adelantarles un poco y que lo vayan pensando: Empezar pequeño, pero con la meta a largo plazo de ir aprendiendo y creciendo. Ir a lo seguro, y poco a poco extender el posible alcance y las ambiciones del proyecto.

sábado, 11 de julio de 2009

Zombis...

Esos malditos cazadores… Y justo cuando creíamos que podríamos vivir nuestas no-vidas en paz… ¿Que la maldita ciudad era suya primero? Bueno, pues aún quiero ver alguna evidencia de eso.

Justo el otro día, mi tío Larry iba tranquilamente caminando por el barrio, cuando esos psicópatas cargados de sierras de cadena lo partieron en pedazos. Si, seguro, no sintió una sóla cosa, pero ¿qué hay acerca de su dignidad? No es muy placentero que tus restos queden desperdigados por toda la calle.

¿Y qué me dicen del viejo Jiménez? Pues sería un zombi viejo y uraño, pero ¿quién puede culparlo? Ya había sobrevivido una buena cantidad de mortales antes… Y justo entonces esos dos llegan de la nada. “¿Qué crees, Tanque? ¿Cortamos a éste en rebanadas?” “No, Gatillo. Quemémoslo por completo para variar.”

Y aquí estamos… Todos los que permanecemos de una pieza –más o menos–. Atrapados en la vieja bodega… Sólo esperando… Odio esperar, ¿saben? Los cadaveres en descomposición no son precisamente cómodos para largas esperas… Y, como te estaba diciendo… ¡¡¿Qué?!! ¿Qué hace ese engendro blandiendo esa guitarra eléctrica? ¡¡¡Nooo!!! ¡¡¡Mi esposa!!! ¡¡¡Mis hijos!!! ¡¡¡Mi hígado!!! ¡¡¡Mi.....!!!

viernes, 10 de julio de 2009

Convención de Rol (parte I)

Bien, pues algunas ideas me rondan por la cabeza. Y antes de entrar en materia, me gustaría dejar un poco más en claro algunas cosas que pienso. Algunas personas ya sabrán por dónde va la cosa, por lo que han podido leer en un par de foros.

En México no hay Convenciones de Rol. Hay convenciones de Comics, de Manga/Anime, eventos de juegos de cartas, unos cuantos pequeños e irregulares eventos locales (principalmente organizados en tiendas y similares), y unos cuantos eventos tipo "feria medieval" y rol en vivo.

Pero no hay convenciones.

¿Qué tipo de convención me interesa? ¿A qué tipo de evento me refiero?

Me gustaría que hubiera Convenciones de Rol. Que yo pudiera acudir a un lugar a jugar muchos diferentes juegos de rol por muchas horas. Tal vez incluso que durara un par de días, algún fin de semana. Así si no tengo oportunidad de ir un día, pues no hay problema y voy el otro. O si me gusta mucho la cosa, podría acudir a ambos.

Estaría dispuesto a pagar tal vez hasta unos 100 pesos mexicanos (unos 7.70 USD) por día (o tal vez más si me incluye otros agregados, como la posibilidad de que incluyera comida, promocionales, regalos o cosas así). Estaría dispuesto a tener que registrarme con anterioridad, con tal de poder asegurar que jugaré lo que quiera jugar, y/o que podré asistir a los eventos que me interesan. Un gran plus si hay alguna "preventa", con la que el costo de mi entrada se reduzca un poco.

Me gustaría que fuera en un lugar especialmente acondicionado para ello, o al menos que resultara cómodo, con el espacio y la acústica necesarios para poder jugar tranquilamente por muchas horas sin quedarme sin voz.

Me gustaría que hubiera muchas mesas diferentes, donde se pudieran jugar muchos juegos diferentes. Que si se me antoja pudiera acudir a jugar Vampire, Dungeons and Dragons, Call of Cthulhu, Dogs in the Vineyard, Burning Wheel, InSpectres, Shock, Mouse Guard, Spirit of the Century, Donjon, La Sombra del Ayer y muchos más. Que tuviera opciones, y que incluso pudiera jugar a varios en el(los) mismo(s) día(s).

Me gustaría mucho que hubieran espacios donde pudiera jugar algo de rol en vivo, tanto en sus vertientes "con espadas de goma" como "sin contacto", o incluso los tipos "jeepform" y esas cosas más experimentales.

Insluso hasta me gustaría que hubiera juegos de mesa modernos e interesantes, tipo Eurogames y cosas así.

Me gustaría que adicionalmente hubiera la posibilidad de entrar a pláticas, conferencias, talleres, mesas redondas.

Me gustaría que hubiera un espacio dedicado a la venta de cosas relacionadas al rol. Donde pudiera encontrar libros, dados y recursos (no sólo de los juegos tradicionales, sino de todo tipo de juegos), pero también "parafernalia" y cosas de interés (llendo desde discos de música ambiental, espadas de goma, disfraces y atrezzo, juegos de mesa e incluso hasta mesas con dibujantes que te vendieran dibujos personalizados - de tu personaje de rol, por ejemplo).

Estaría dispuesto a transladarme al otro lado de la ciudad, sabiendo que el evento valdrá la pena, y que sólo será una vez al año (o cuando mucho dos). Esto a diferencia de lo que querría transladarme si fuera otra situación, como por ejemplo acudir a un juego semanal con un grupo regular.

Me gustaría que fuera un espacio para no sólo divertirme y jugar, sino además poder relacionarme con la gente. Encontrar personas con intereses similares a los míos, o quizá personas con las que me gustaría volver a jugar posteriormente, e incluso encontrar grupos a los que me conviniera unirme, o personas que quisieran unirse a mi grupo personal.

Todo eso me gustaría, y haría a mi pequeño rolero interior sumamente feliz. ¿De verdad es pedir demasiado? Habrá quien diga que sí. Yo opino que no es así.

Pero por supuesto, la mayor desventaja es que si me decido a organizar algo así, y de verdad me comprometo a hacerlo, al final no seré yo quien pueda disfrutar de todo eso (al menos no desde "el otro lado del mostrador").

viernes, 3 de julio de 2009

Renovarse o Morir

Esta no es exactamente una noticia "fresca", pero la considero relevante para todos aquellos sumergidos en el ambiente rolero, comiquero y demás en la ciudad de México (y también por sus implicaciones a nivel personal, por supuesto).

El pasado mes de Junio del 2009, la tienda matriz de la cadena Comicastle, uno de los establecimientos más representativos del rubro por estos lares, cambió de denominación (con logotipo, imagen y todo eso) y se "mudó" a otro local diferente por esos mismos rumbos.

El dueño, con todo derecho, comentó que el nombre nunca le ha gustado, y que el nuevo es uno que ya había ideado desde hacía muchos años. Así, pues, nos tendremos que acostumbrar. Y a fin de cuentas lo que importa es la calidad, no el nombre.

Pero eso sí, para muchos de nosotros representa una nota bastante nostálgica. ¿Cuántos años hace que uno acudía con gusto a una de las tiendas más grandes del DF? Siendo que vivo del otro lado de la ciudad, cada ida representaba una gran excursión. Durante cualquier viaje por los rumbos, uno no podía evitar darse una vuelta "aprovechando el viaje". Tantas horas de diversión gracias a productos comprados con los ahorros que uno con gusto llevaba... Hasta llegó a haber eventos, aunque por la distancia nunca tuve el gusto de acudir a alguno.

En fin... Yo sé que sueno como si la tienda hubiera desaparecido (cuando técnicamente sólo sufrió un cambio de cara), pero tantas horas pasadas en el viejo local, leyendo comics, buscando libros, preguntando por dados... El lugar donde compramos nuestros primeros libros de rol, cuando decidimos entrar de lleno a esto.

Tomémoslo, pues, como un pequeño tributo. Por la gente de Comicastle Zapata, que si bien no siempre tenían todo lo que uno buscaba, al menos te solían tratar bastante amigablemente. Por un lugar tan bien surtido que aún cuando no encontraba aquello por lo que había ido, siempre podía encontrar otras cosas que me pudieran entretener o interesar. Por esa ubicación que representó accesibilidad a este tipo de pasatiempos, muchas veces subestimados por aquellos "no iniciados".

Acá les dejo el croquis, para aquellos despistados que como yo apenas se van enterando de la noticia del cambio. Viéndolo así, no es tan grande el cambio. Ya daré mi reporte cuando tenga oportunidad de ver el local con mis propios ojos.

Y, por lo pronto, mucha suerte a Fantástico. Que permanezca como un punto de referencia más para cualquier friki que guste del buen ambiente y los sueños de papel, plástico y tinta. Porque aunque cambiemos de piel, nuestra esencia sigue siendo la misma.

jueves, 2 de julio de 2009

Apilando dados...



Creo que más de uno nos identificamos con esto.